Hace muchos años tuve un amigo que quería ser escritor. Otro, sí. Aquel tipo atesoraba la idea de que todo literato que se preciara debía ser también un personaje. No valía con escribir bien, sino que era preciso transitar por la vida tal que individuo aventurero y bohemio. El personaje que se construyó se presentaba endurecido en la embriaguez, putero, rascador de guitarra, revolucionario de Mahou en ristre, noctámbulo a lo pobre y fecundador de incautas. Le perdí la pista hace años. No he tenido noticias de que escribiera algo. Creo que se quedó en personaje. De todas formas, aquel chico no se equivocaba en que hay buenos escritores que son también personajes. Cormac McCarthy es uno de estos, quizá un poco impostado hoy por la editorial, pero hubiera dado igual porque La carretera es una de las más absorbentes y directas novelas que he leído jamás.
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domingo, 28 de febrero de 2010
domingo, 21 de febrero de 2010
HARLAN ELLISON - Visiones peligrosas, I, 1985 (1967).

domingo, 14 de febrero de 2010
ISAAC ASIMOV - El fin de la Eternidad, 2007 (1955)

No soy partidario de convertir una reseña, o comentario de un libro, en un resumen del mismo. Me parece escolar. Sin embargo, en este caso quiero hacer esa síntesis porque el cuerpo me lo pide; eso sí, una sinopsis vista desde otro lado, más allá de la historia de amor que sirve de vértebra a la narración. Vamos a ello.