Esta es una de esas novelas que nadie con un mínimo gusto por la CF se puede perder. Veréis por qué. Pórtico está articulada en dos pilares narrativos que se entrecruzan. De esta manera, Pohl combina la CF hard y la soft de forma aparente, mientras que en cada pilar utiliza la tecnología y la psicología. Las referencias científicas son en buena medida fantasiosas, en cuanto lo que no tiene explicación científica real Pohl lo atribuye sin más a la civilización Heechee, la alienígena. La psicología, en cambio, es de corte freudiano. Aquí no hay fantasía posible porque juega con las emociones humanas más básicas y tópicas: el sexo y su vínculo con la falta de amor materno, lo que genera
sentido de culpabilidad, miedo e inseguridad. Estos tres sentimientos están generados por un trauma infantil consistente en que la madre de Robinette Brodehead, el protagonista, sacrifica su vida por salvar la de su hijo.
Pohl introduce, entonces, junto a un estilo hard de la CF, un saber científico muy de moda en los años setenta. Me refiero a la psicología freudiana. Incluso Sigfrid, que es el psicólogo del futuro, resulta ser una IA. Por supuesto, Rob o Bob o Robbie (el nombre que Sigfrid le atribuye depende del estado mental del paciente) odia a su psicólogo cibernético porque le obliga a sacar fuera de sí sus miedos y ansiedades. El final de la novela es justamente la unión de los dos pilares, en los que en un solo capítulo se resuelve la trama.
La novela es muy intensa. El ambiente de Pórtico, el satélite Heechee, está bien construido. No se detiene en detalles superfluos que desvíen la atención del lector hacia el verdadero centro de la historia: la personalidad de Bob. Los personajes son coherentes y reconocibles, y la cercanía del relato se consigue a través de la utilización de la confesión en tiempo presente, mezclando recuerdos y reflexiones siempre al hilo de la historia. Se van intercalando recuadros que retratan la vida en Pórtico pero que no son más que retazos de vida mundana. La idea es que las emociones y los sentimientos de los hombres son los mismos en cualquier momento de la Historia de la Humanidad. El “sentido de la maravilla” que he podido leer en algún comentario a mi no me lo ha generado totalmente; me hubiera gustado un poco más de intromisión en el descubrimiento del espacio, en la exploración de planetas. A esto Pohl le dedica tan pocas líneas que es imposible detenerse en ello.
El libro concluye sin que haya grandes temas que queden abiertos. Es decir; la civilización Heechee no es más que una excusa y no despierta interés, al menos de forma razonable. Aquí encaja la máxima de la CF que dice que nunca se racionalice o explique el mundo que se ha construido. “Nada se sabe de ellos”, es una frase que se repite constantemente. Klara, la amante de Bob, y sus compañeros de la nave Cinco permanecen atrapados en el agujero negro, de dónde nadie puede sacarlos, con lo que la historia queda cerrada. Bob es un trastornado que queda dependiente de un psicólogo, una IA que le confiesa que le admira por poseer características humanas.
En este sentido, creo que Pohl hizo de esto una saga porque fue un bombazo –premios Hugo, Nébula y Campell-, y con los mimbres y unos cheques la continuó. De todas maneras, es una novela muy superior a otras que he leído. Quizá una de las mejores. Las sagas impulsadas por la chequera me dan un poco de pánico, por lo que no creo, al menos ahora, que eche mano de ella.
Una de las mejores, coincido. Leí un par más de la saga y baja muchos escalones.
ResponderEliminarAntes de nada, enhorabuena por esta excelente reseña. Completamente de acuerdo con el hecho de que "Pórtico" es una de las grandes novelas del género que ningún aficionado debería perderse. En lo que ya no coincido tanto es en el comentario acerca de los Heechees, dices que "la civilización Heechee no es más que una excusa y no despierta interés, al menos de forma razonable".
ResponderEliminarCuando terminé "Pórtico" me picó la curiosidad y seguí con "Tras el incierto horizonte", pero lo hice porque estaba fascinado con lo que se contaba de los Heechees, quería saber más sobre ellos, así como quizá el devenir del protagonista humano no me interesaba tanto. La verdad es que, una vez finalizada la segunda parte de la saga no me puedo sentir más satisfecho. Se cuentan muchísimas cosas sobre los Heeches y de una manera magistral, mi curiosidad ha sido colmada (¡por ahora!). Por eso, desde este humilde comentario quisiera animar a la gente a que continuase con la saga, yo en breve voy a devorar el tercero, el cual, dicen, es el mejor.
Nada más, un saludo y continuad así.
Gracias, Deibiz. A mi no me picó la curiosidad, pero quizá sea una cuestión de ánimo. Echaré un vistazo a las secuelas de Pórtico, y ya lo contaré.
EliminarSaludetes