¡Cuánto tiempo había deseado leer esta novela! ¿A quién no le gusta la película de Charlton Heston? El ritmo de la cinta es tan trepidante y el final tan espectacular que difícilmente se puede olvidar. Y pensando que en muchos casos, prácticamente en todos como dice el tópico, la novela supera a la película, busqué la obra de Pierre Boullé. No fue fácil, pues se había agotado rápidamente a pesar de que se editó en edición de bolsillo.
Una de las primeras cosas que me sorprendió fue que el autor era francés. Parecía el típico periodista de los años sesenta, imbuido de rechazo al sistema, a la guerra, a la generación anterior y repleto de sueños de paz, arco iris y flores, pero no era así. Se trataba de un luchador contra los nazis que pasó cuatro años en un campo de concentración japonés. Esta experiencia le sirvió para escribir El puente sobre el río Kwai. También me llamó la atención que no estaba entre los autores de CF, ni siquiera su obra El planeta de los simios. ¿Cómo era posible? No podía ser. Lo achaqué al purismo de ciertos críticos y nada más.