Decididamente, no es el mejor
libro para regalar a un niño el día de su Comunión. Es más; he retrasado la
publicación de este comentario unos meses debido a que caía en Navidad. He
querido ahorrarme malos entendidos y comentarios maliciosos. Y es que el tema
de He aquí el Hombre, de Michael Moorcock,
es Jesucristo.
Hacía tiempo que quería leer
algo de Moorcock, desde que quedé fascinado por los escritores británicos de
los sesenta. Ese mundo londinense imaginado, gris, hippy, de fumetas
desastrados pero brillantes, me hacía gracia. Moorcock era además el prototipo:
proveniente del fandom, anarquista, editor de New Worlds y ejemplo de la New
Wave. El problema era que Moorcock se había