domingo, 26 de septiembre de 2010

EDMOND HAMILTON - Los reyes de las estrellas (1947)

En una reseña formal se comienza hablando del autor, ya sea de su personalidad, estilo, obra, influencia o entorno, e incluso se puede iniciar con alguna anécdota que reúna alguna de las características anteriores. Es la típica introducción que contextualiza la obra reseñada, y que permite tomar distancia con un simple e infantil resumen. A partir de ahí hay que desvelar todo, como la solidez de los personajes o la lógica de la trama; sí, es bueno contar todo, todo menos el final.

Por una vez, seamos formales. Edmond era el típico fan que ansiaba emular a alguno de sus admiradores escritores pulp, entre ellos a H. P. Lovecraft. Por eso, su primer relato fue uno de terror. Consiguió entrar en Starling Stories, una de las revistas de aquella época, para la que creó al Capitán Futuro, gracias al cual se forjó una reputación. A todo esto, el Japón imperial bombardeó Pearl Harbour, en 1942, y cambió la vida de los estadounidenses para siempre, también la de nuestro escritor.

domingo, 12 de septiembre de 2010

ROBERT SILVERBERG - Alas nocturnas (1968)

Tenía que leer algo de Robert Silverberg; ya tocaba. La verdad es que novelas como Muero por dentro, o El libro de los cráneos, no me llamaban la atención. En cambio, apunté dos: La Torre de Cristal y Alas nocturnas. De esta última leí una reseña muy elogiosa en el Sitio de Ciencia Ficción. Y es que me van más las historias con un toque de aventura, de ensoñación, de maravilla, a las que ir para alejarme del mundanal ruido. Alas nocturnas cumple esa condición.

La narración de Silverberg combina la descripción de un mundo medieval surcado de razas puras y mestizas, con el enigma latente de una posible invasión extraterrestre. El conjunto está muy logrado. La descripción de las castas por profesiones, al estilo de gremios que en la novela reciben el nombre de “hermandades”, es muy sugerente. Silverberg sólo apunta algunas para dejar en el aire todo un abanico de posibilidades. Así, en esa Tierra futurista y medieval, nos cruzamos con vigías, mercaderes, defensores, peregrinos o memorizadores (que serían una especie de historiadores orales).

Reseñas más leídas