domingo, 13 de mayo de 2012

H. P. LOVECRAFT - La llave de plata (1929)

Creo que cualquiera que llegue a la madurez se puede sentir identificado con los primeros párrafos de este relato de Lovecraft. No tanto con el tono conservador que destila, en el que desprecia los principios de la modernidad y el curso de la civilización, sino con la pérdida de la capacidad para imaginar, la ensoñación o la fantasía en el paso a la edad madura. Transformados por el entorno social, ese yo imaginativo que se quedó atrás sólo tiene un momento para manifestarse: durante el sueño, donde el inconsciente recrea los mundos, las situaciones y los personajes que la vigilia y la realidad mantienen arrinconados.

Al cumplir los treinta años, Randolph Carter había perdido la "llave de la puerta de los sueños" porque el materialismo y el racionalismo "le habían encadenado a las cosas de la realidad". Las costumbres sociales y los "filósofos" le dijeron que si soñaba
era un ingenuo. Y Carter, o cualquiera, hizo el esfuerzo para convencerse.

Intentó llenar ese vacío con la religión, pero comprobó que la gente combinaba mitos y fe, y que lo hacían de forma contradictoria con la razón. No veían, dice Lovecraft a través de Carter, que el bien y el mal, la felicidad y la belleza, son conceptos culturales, son valores heredados que cambian. La gente cambió los antiguos saberes, vías y creencias antiguas por "ilusiones" como la libertad, la justicia y el "conformismo". Se entregaron, dice, al "bullicio" y a los "placeres bestiales". Y cuando estuvieron hartos "echaron la culpa de todo al orden social". Escribió, no le satisfizo. Fue entonces, y sólo entonces, cuando comenzó a estudiar a los "escritores más profundos y terribles".


Lovecraft repite un tanto el esquema de Charles Dexter Ward, del antepasado lejano, misterioso, en contacto con las fuerzas del Más Allá.  Randolph busca en el pasado, en los libros donde se reflejan los saberes antiguas, en lenguas olvidadas, que relatan la vida de los dioses y los hombres antes del Tiempo. En este caso, Randolph tiene un antepasado, Edmond Carter, un "brujo" de Salem que encontró la "llave de plata", y que a través de unos conjuros consiguió llegar al mundo de los sueños. Randolph halló la llave en un extraño cofre y volvió a la cueva donde en su niñez pasó a dicho mundo, la Caverna de las Serpientes. El paso y lo que allí le ocurre se cuenta en "A través de las puertas de la llave de plata".


Este relato me ha recordado en la ambientación a algunos cuentos de Robert E. Howard, de campiñas solitarias, bandadas de pájaros, y lugareños sombríos que atesoran milenarios secretos. Pero lo que más me ha gustado ha sido la descripción de esa enajenación de la imaginación a la que hacía referencia al inicio, de la pérdida de la virtud del cerebro humano para soñar y crear, para generar emociones de forma autónoma, y del proceso para su recuperación. 

6 comentarios:

  1. Aunque no he leído ese libro, sí he leído algunos cuentos de Lovecraft y me encantan; de hecho, tengo un poema inspirado en el mito de los Grandes Antiguos. Me encanta la CF y la fantasía.
    Mariana Enriqueta

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    1. Hola, Mariana. Bienvenida. Es lo que tiene Lovecraft, que es capaz de inspirar. Gracias por el comentario. Saludetes

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  2. lovecraft es un genio me sorprende que en su epoca se le halla ignorado, larga vida al maestro del horror arcano

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  3. La historia me atrajo; aunque tenga 16, el personaje, y lo que escribía Lovecraft me atrapó. En mi vida me preguntaba sobre lo que quería ser y este cuento me hizo ser escritor, pero tengo que mejorar mi redacción y ortografía.

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  4. ¿Cuál es el concepto de la belleza que tenía Carter? Explíquelo con tres argumentos.

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  5. Lo que pude apreciar en la historia es que Carter se amaravillaba con la belleza de su mundo real, pero no era superior a la que existía en el mundo de los sueños. Así que la belleza es algo con lo que uno no deja de asombrarse, algo irreal y hermoso. Aunque siento que la novela tenia el concepto de: hacer lo que hacen los demás como el de vivir en tus sueños.

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