domingo, 13 de febrero de 2011

JOHN W. CAMPBELL - ¿Quién va ahí? (1948)

Al leer un relato de ciencia ficción que tiene más de cuarenta años, una de las primeras cosas que se piensan, o te dicen, es sí habrá envejecido con el tiempo, si se habrá pasado o caducado perdiendo su fuerza. En este caso,  además, el relato de John W. Campbell Jr. tiene que sufrir la comparación con la película El enigma de otro mundo (1951), dirigida por Christian Nyby y producida por Howard Hawks, y su remake, La cosa (1982), de John Carpenter. La verdad es que no ha envejecido demasiado, ni sale perdiendo con la comparación. La película de Nyby y Hawks está ligeramente basada en la historia de Campbell, y la de Carpenter, pegada más al texto, tiene unos efectos especiales muy antiguos.

Who goes there? aborda el tema de la adaptación natural a ambientes hostiles, lo que es una cuestión frecuente en la ciencia-ficción. Nos encontramos, por tanto, con una especie alienígena que trata de sobrevivir de cualquier forma, lo que suele ser en estos casos a costa del hombre. Este escenario permite una atmósfera adecuada para combinar con eficacia el terror y la ciencia-ficción. La sensación que deja es muy peculiar, porque el extraterrestre no es un malvado, sino que su naturaleza le impulsa a la supervivencia. No se trata de un cazador tipo Predator, que viene a la Tierra por deporte, sino que sigue lo que su código genético le indica. Estamos entonces ante tipos como Ixtl, el “octavo pasajero” que crea Van Vogt y que recreó Ridley Scott.

La historia parte de un descubrimiento, como tantas otras después. Una base científica en el polo, que tiene la intención de estudiar el magnetismo, encuentra una nave espacial que es como un “submarino sin cabina”. Lleva congelada 20 millones de años. Lo que allí encuentran les lleva a aventurar que la nave cayó ahí, el tripulante salió y a los tres metros se congeló. Los expedicionarios quieren sacar la nave a la superficie, pero le ponen una carga excesiva que la hace explotar. En la excavación encuentran el cuerpo del alien, pero sin querer le clavan un hacha de bronce en la cabeza.

Los diálogos y debates entre los miembros de la expedición, con sus dudas, miedos y razonamientos son perfectos para conseguir ese ambiente de terror e inquietud. No saben qué hacer con él. El alien se va descongelando, “como un mamut encontrado en Siberia” dice uno de ellos, y deja ver “tres ojos encarnados y ese cabello azul que parecen unos gusanos que se arrastran”. Para culminar el look, el alien tiene tentáculos que le salen de la base del cuello. Y efectivamente, una vez vuelto a la vida, el alien “puede cambiar de forma y parecer un hombre” o cualquier animal, y “esperar el momento de matar y comer”.

Los expedicionarios no saben, en consecuencia, si el hombre que tienen al lado es el alien. El misterio se va desvelando como si fuera un acertijo detectivesco, una novela de Agatha Christie. El alien de Campbell es inteligente y busca el contacto con su planeta, y en esta situación llega el sorprendente final. No lo contaré, como hago siempre, pero no esperéis que sea como en las películas. 

7 comentarios:

  1. Yo la he leído no hace mucho y me ha parecido una muy buena historia, sin embargo aprovecho para preguntarte qué te pareció la traducción, porque yo la tengo en el podio actual de "La peor traducción de todos los tiempos"... He intentado encontrar otras versiones distintas, pero siempre son la misma, por un tal José A. Milestone, pseudonimo, sin duda, luego alguna hostia se temía el gachón...
    Saludos.

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  2. Es un relato excelente el de Campbell. La justa medida entre ciencia y ficción, sin que una entorpezca a la otra. Habrá que ver cómo es la tercera adaptación fílmica que está anunciándose por estos días.

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  3. Admin, tengo dos traducciones: una de Milestone y otra de Domingo Santos y Francisco Blanco, de la edición de Martínez Roca de los años 80. Y sí, la de Domingo y Fco es mejor. :D
    Saludetes

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  4. Valitutti, yo también estoy esperando la versión, aunque los remakes no me gustan mucho.

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  5. Cuando lo leí, sentí una similitud con "En las montañas de la locura" de H.P. Lovecraft; pero siendo un plagio o no, me gustó

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  6. Cuando leí la historia, pude apreciar una similitud con la obra de Lovecraft, "En las montañas de la locura". Pero siendo plagio o no, disfrute de esta historia.

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  7. Creo que han hecho otra película más. Más cerca de la de Carpenter y que aporta muy poco en relación a sus antecesoras...

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