domingo, 26 de diciembre de 2010

ALFRED E. VAN VOGT - Razas del futuro (1956)

Y nosotros que estábamos tan emocionados con Battlestar Galactica y Terminator, con la idea pretendidamente original de una raza de ciborgs creados por el hombre, que asumen conciencia de su existencia, con independencia y autoaprendizaje, y que pugnan por su supervivencia frente al Hombre. Veíamos a esos humanos cibernéticos levantando una civilización, con su cultura, religión, costumbres y política propias, en lucha contra los hombres de carne y hueso; una civilización huída del planeta Tierra y enfrentada a su creador, al Hombre. Bueno, y resulta que Van Vogt lo había planteado en Razas del futuro.

Porque en el futuro que describe Van Vogt hay tres razas: el hombre, el robot humano y el cruce entre ambos, el hombre mixto, que es justamente el ser más perfecto, el salvador. De hecho, la novela se titula originalmente The Mixed Men. Esa división empezó hacía 1.500 años antes de los acontecimientos que se describen en el libro. Fue entonces cuando Joseph Dell creó un “robot perfecto”, como en Cáprica, la serie de TV. Todas sus facultades estaban desarrolladas y parecía un “superhombre”. La envidia hizo que los humanos persiguieran a sus creaciones y acabaran con ellos. Los que consiguieron escapar se refugiaron en la Gran Nebulosa de Magallanes, donde crearon la Civilización de los Cincuenta Soles. Y la habitaron Dellian (robots), no-Dellian (humanos) y Hombres Mixtos.

La novela comienza cuando la nave del Imperio de la Tierra llamada Constelación, a cuyo mando estaba la Gran Capitana Lady Gloria Laurr, llega a la Gran Nebulosa de Magallanes. Su misión es hacer un mapa de esa zona. Sin embargo, en su trayecto encuentran por accidente un mundo habitado. Según el protocolo terráqueo, lo instan a incorporarse al Imperio. Las condiciones son mínimas, dicen, y consisten en tener las mismas leyes penales que en la Tierra, “altos sueldos para los trabajadores” y libertad en la forma de gobierno. La Civilización de los Cincuenta Soles, siguiendo la lógica de su historia, no acepta la imposición. La Constelación, experimentada en estas lides, le concede el plazo de una semana para que se sometan.

Pero el mundo de los Dellian no es un paraíso. Los Hombres Mixtos están marginados debido a su doble potencial. Un día se levantaron contra el gobierno y fracasaron. El protagonista, llamado Maltby, trabaja para el Ejército de los Cincuenta Soles y es un hombre mixto. Tiene poderes psíquicos que le permiten dominar la mente de cualquiera, y una inteligencia superior a la del hombre común. Vive en una doble lealtad, a los dellian y a los mixtos, que le permite sobrevivir a cualquier circunstancia.

El otro personaje protagonista es la Gran Capitana, un toque moderno que Van Vogt le da al relato. No obstante, nuestro escritor acaba siendo víctima de su época, y Lady Gloria es una fiel representante del prototipo femenino occidental de la década de 1950. El amor, cómo no, se convierte en un elemento clave en el último cuarto de la novela, que no desvelaré, pero que deja situaciones chuscas para una capitana de la flota estelar terrestre, como cuando Van Vogt dice que “tarde o temprano” se daría cuenta “de que tenía que desempeñar su parte en la tarea de cocinar”. Esa atribución de roles que hace Van Vogt nos muestra la dificultad que existe, incluso en la ciencia ficción, para escapar a la mentalidad dominante en cada época. Tildar hoy de "machista" a Van Vogt y despreciarlo por esta razón, no sólo es gratuito, sino que es una muestra más de ese tonto anacronismo víctima de la dictadura de lo políticamente correcto, y de confundir la literatura con los folletos doctrinarios.

La nave Constelación funciona con un consejo de representantes de las secciones que componen la nave, como la Beagle Espacial y, en consecuencia, en la Enterprise del capitán Kirk. La modernidad del planteamiento y su influencia en la serie de TV citada es evidente. El poderío militar de la Constelación es inmenso, así como su tecnología: son capaces de resucitar a cualquier que haya muerto sin un gran deterioro físico. De esta manera, tras sufrir un ataque, resucitan a amigos y enemigos.

Buenos personajes, trama bien desarrollada, buena combinación de ciencia y space opera, en un relato que se lee muy fácilmente, y en el que podemos encontrar algunas claves de la ciencia ficción televisiva más conocida.   

2 comentarios:

  1. Bueno, no creo que nadie haya dicho que la idea de robots que adquieren consciencia de su existencia sean originales de esas series de TV, pero si que llevadas a este medio, son de las que mejor tratan el tema. Sobre todo en Caprica ;-)

    I. Asimov también trata el tema de robots que son conscientes de su papel y transcienden de su propia programación con la Ley Zeroth.

    ¡Saludos!

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  2. Ya, y Karel Capek en RUR, pero sólo era una ironía.
    Gracias, Lino.
    Y ya hablaremos de Caprica, ya hablaremos.
    Saludetes

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