lunes, 5 de julio de 2010

GEORGE H. WHITE - Raza diabólica (1955)




Es la última entrega de Más allá del Sol, esa otra serie de Pascual Enguídanos, el creador de La Saga de los Aznar. El héroe de esta serie es el doctor Arthur Welby, que se encuentra de forma incomprensible protagonizando todos los pasos decisivos de la Humanidad en el descubrimiento, guerra y derrota de los hictitas, la raza diabólica. Sin embargo, en lugar de teorizar sobre lo absurdo de que un doctor de pueblo capitanee expediciones espaciales, se convierta en espía del cual depende la Tierra y decida la estrategia contra un Imperio alinenígena, es preferible suspender momentáneamente la razón y disfrutar con el sentido de la maravilla.

Enguídanos comienza Raza diabólica haciendo un resumen eficaz de la serie y una actualización. La Tierra se ve acosada por los habitantes del planeta Hicsos o Ziryab (según quien lo denomine), que está en el perihelio de la órbita solar cuando nuestro planeta está en el afelio y viceversa, por lo cual sólo es visible desde Marte. El objetivo de esos alienígenas es, nada más y nada menos, que la conquista de la Tierra. Esto sólo lo descubren cuando una expedición de “70 arriesgados astronautas” marcha a Marte. Allí se descubre el plan de los ziryabitas o hicsitas y, además, lo que fue la civilización marciana, cuya tecnología permite a la postre expulsar de la Tierra a los intrusos y atacar el planeta Hicsos.

Enguídanos construye entonces el universo hictita introduciendo una clave política. En el planeta maldito hay dos razas; una, la dominadora, dictatorial y despótica, y otra, que ve en la democracia su salvación. Hicsos tiene un gran continente y numerosas islas. La raza dominante vive en la zona continental, es albina, sintoísta (sic.), y se llama a sí misma “hamonita”. La raza dominada es isleña, de piel roja, más inteligente, más civilizada, pero militarmente débil, y se hacen llamar “kumas”.

El relato toma la forma de una space opera clásica con casi todos los estereotipos: el héroe infalible, la princesa nativa bella, el rey padre moribundo, el imperio malvado, los habitantes de costumbres medievales, los palacios suntuosos y las grandes batallas, y todo ilustrado con las descripciones justas del escenario y salpicado con diálogos épicos.

Los personajes son descritos con vestimentas propias de los cómics de la época. Por ejemplo: “Vestía un uniforme azul eléctrico, (...); calzaba botas altas de cuero rojo y sostenía bajo el brazo, en la posición reglamentaria, un casco dorado de visera y alta cimera de plumas verdes y amarillas”. Vamos, el abuso cromático anterior a la época del gris, blanco y negro que se impuso en la ciencia-ficción televisiva en los años setenta.

Al igual que en la space opera, la guerra es tomada de forma distante, como en el posromanticismo. Las “razias” sobre la población son frías, numéricas, tanto el bombardeo indiscriminado como la guerra bacteriológica. Se mata sin dolor ni pesar, y se muere con honor. Los kuma son insurreccionados por Welby y la princesa, y se dedican a la guerra de guerrillas, con sabotajes indiscriminados incluidos.

Llama la atención la referencia tan explícita a la bondad de la democracia en una obra española de 1955. Quizá el que se la considerara un subgénero de usar y tirar permitió que saliera a la calle con toda tranquilidad. Los kuma se deciden por una democracia de la mano de EEUU, y no por una “absurda monarquía comunista, en donde comisarios soviéticos harían de consejeros al lado del gobierno”. En cambio, dice Enguídanos por boca de la reina Tanit, “Kuma debe tener un gobierno democrático como las modernas repúblicas terrícolas. (...). Creo que es lo que más le conviene a mi país”.

La novela de Enguídanos es divertida si nos quitamos prejuicios y noqueamos la razón, aunque no esté a la altura de la space opera norteamericana. Entretiene mucho más que algunos sesudos mamotretos que especulan sobre alternativas científicas y que nos hacen sestear. He dicho.

2 comentarios:

  1. Se agradece encontrase de vez en cuando, muy de vez en cuando, un blog dedicado a la ciencia ficción :)

    Un saludo, te sigo.

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  2. Muchas gracias, Laura S.B.
    He visto tu Léoen. Te felicito.
    Yo también te sigo.

    Saludetes.

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