sábado, 14 de marzo de 2009

RAY BRADBURY - Crónicas marcianas, 2002 (1946)



La verdad es que no topé con Bradbury en ese momento. Años atrás leí Fahrenheit 451; una novela que hace sentir bien al lector por dos motivos: según devora las páginas se siente libre y, además, poseedor de un tesoro, el libro, que le incluye en la élite romántica de los portadores del saber humano. Recuerdo, además, que vi a Ray Bradbury en una serie de televisión, que resultó ser The Ray Bradbury Theater. Aparecía al final del capítulo, rodeado de chismes y libros viejos, con una camisa clara, el pelo blanco, entrado en carnes, sonriente y explicando alguna cosa.

Ray Bradbury es uno de esos autores que difícilmente podría encajar entre esos lectores y críticos que exigen una estricta pulcritud científica. Y menos entre los que dicen que la CF literaria está en peligro porque la tecnología “del futuro” ya está aquí, a nuestro lado, impidiendo que el lector busque el “sentido de la maravilla” en la lectura. Crónicas marcianas no aguantaría un repaso científico pero consigue transmitir lo más importante de la CF: la capacidad para imaginar escenarios posibles. Bradbury no es ingeniero, ni astrofísico o informático, ni siquiera uno de esos biólogos que inventan thrillers sobre células madre. La creatividad en la CF no va ligada a la especialidad universitaria, sino a hábitos, inclinaciones y trabajo, mucho trabajo diario.

Crónicas marcianas contiene, además, un componente especial de la CF, que lo distingue de otras temáticas, y es la posibilidad de filosofar sobre el hombre, sobre sí y en el universo. Esto lo hace Bradbury a la perfección, porque el hilo conductor de la obra es ese precisamente, el indagar sobre las debilidades y grandezas humanas, la psicología del individuo y el efecto del hombre en su entorno. Por esta razón no importa que el Marte de Bradbury no exista en la realidad, que en vez de un lugar habitable en el que sus habitantes hablan cualquier lengua humana, sea un planeta inhóspito con restos de agua.

El retrato que hace del hombre es tan certero en todos sus defectos, que es una obra atemporal. El tratamiento de la normalidad y de la relatividad cultural, tan caros a los occidentales, es excepcional. El cuento del hombre que emplea su vida en llenar el desértico Marte de árboles terráqueos es aleccionador. Cualquiera vería con buenos ojos las intenciones de aquel individuo que quería convertir el árido paisaje marciano en un vergel, especialmente en unos tiempos donde el ecologismo se ha convertido en una religión laica. Sin embargo, en cuanto se ve desde otro punto de vista, el marciano, la conclusión es otra: el hombre violenta el paisaje natural a su conveniencia particular, sin orden ni control, sin respeto. Aquello dejaría de ser Marte para ser… ¿qué? La novela me gustó tanto que decidí proseguir con obras que tuvieran un fundamento filosófico, y me marqué el objetivo de leer a Stanislaw Lem.

También en este caso leí la biografía de Bradbury e indagué en su bibliografía. Extensa, pero no demasiado. Ahora me viene sólo a la mente la de El hombre ilustrado, que no me llamó la atención. Y para ahondar o regodearme en la obra me bajé con e-mule la serie de TV Crónicas marcianas, protagonizada por Rock Hudson, con el screenplay de Richard Matheson. La serie está bien hecha, con las libertades propias que ha de tomarse el medio televisivo, pero fiel al espíritu de la obra de Bradbury.

4 comentarios:

  1. No soy aficionada a la Ciencia Ficción, pero si a las lecturas sobre la existencia del ser y la psicología del individuo. El libro de Crónicas Marcianas de R. Bradbury llegó a mis manos por recomendación de una persona muy querida, en un momento en que me pesaba el día a día. Desde luego puse voluntad, pero el libro se me cayó de las manos. No era el momento de leerlo. Hoy Cordwarner, con su comentario del libro ha despertado mi interés. La realidad es como cada uno la percibe, pero no dejamos de entrometernos en la percepción de los demás.

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  2. Tengo ganas de leer este libro, porque he leído en varias ocasiones muy buenas reseñas de el. Además está en una pequeña lista de libros que tengo intención leer en su totalidad, aunque me tome unos años conseguirlo, pero creo que con el tiempo podré lograrlo; es como una de mis metas de la vida. Te paso el link de la pequeña lista a la que hago referencia.

    http://comentariosdenovelas.blogspot.com/2010/12/los-supuestos-100-mejores-libros-de.html


    Saludos!!!

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  3. Veo que somos unos cuantos los que hemos hecho la lista de los libros que tenemos que leer antes de que los Dioses nos reclamen. Bien, bien.
    Saludetes

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