sábado, 10 de octubre de 2009

GEORGE H. WHITE - Marte, el enigmático, 2001 (1956)



La Guerra Fría llega a Marte. White (de nuevo el amigo Enguídanos) superó en esta tercera entrega el trago anterior, dedicado a una sosa llegada del hombre al Planeta Rojo. Este episodio, en cambio, está lleno de acción y descubrimientos. Tiene lugar el inevitable enfrentamiento entre los soviéticos y el resto de la expedición, en un trágico final muy al uso de la época de la Guerra Fría. Los rusos son descritos en la novela como oscuros personajes, fanáticos irracionales, tipos fríos y despiadados, frente a unos occidentales más cercanos, humanos y cálidos.

La aparición de la civilización marciana, encontrada justo en el último halito de vida de la exigua expedición, es el resultado de la más pura casualidad. El relato tiene todos los componentes básicos de la novela de aventuras: la osadía, la tensión y la emoción deslumbrante ante lo desconocido. La ciudad subterránea está descrita con eficacia, así como el carácter descubridor, irreverente y metomentodo de los "conquistadores".

Todo está contado con la rapidez y la superficialidad del gusto de White, cosa que lamento. Da la sensación de que si el autor hubiera dedicado más tiempo a cada novela éstas habrían ganado en profundidad y en calidad -a veces se encuentran errores ortográficos y gramaticales chocantes-, alejando ese regusto a ocasión perdida que a veces deja. Por ejemplo, el papel y el final que tiene la "novia" soviética de Arthur Welby se muestran como totalmente irrelevantes y destinados a ocupar líneas sin más. De todas formas, la entrega se disfruta, cumple sobradamente con su cometido y anima a seguir leyendo.

Por otro lado, algo personal: el nombre de Welby me recordó un parque de atracciones (de "Ocio Familiar" decían) que instalaron sin éxito en la localidad de Majadahonda (Madrid) a principios de los años 90. Es curioso, le pusieron el nombre de "Planeta Welby", y el logotipo era un marcianito verde o azul -no lo recuerdo bien-. Estaba cerca de mi casa. No era gran cosa. Tenía un minigolf, barcas de choque y algunas atracciones más. Lo visité un par de veces. Era algo cutre y yo no estaba en la edad. He buscado en internet referencias al "Planeta Welby" pero no he hallado prácticamente nada, salvo su apertura y cierre. Ni una foto. Entonces no lo sabía, pero es muy probable que el promotor de aquel parque fuera un fan de George H. White.

1 comentario:

  1. Llegué aqui en referencia a mi busqueda del planeta welby y me encuentro solo con esta referencia.jeje.
    La verdad es que me sorprende que no haya casi ni restos de sus buenos tiempos. Todas las menciones en internet son a cuando cerró y el lamentable estado en que lo han dejado.
    Esperaba aunque fuera que alguien hubiera subido a internet aunque solo fuera una foto con el Logo o algo para recordar viejos tiempos.
    ¿Es que todos perdimos las fotos de cuando fuimos?

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